Te cuesta creer que el comportamiento de quienes te rodean dependa de tu elección. El Hijo de Dios es libre, es la condición de su existencia, que puede disimular pero no perder y tú eres Su Hijo. Tus hermanos pueden actuar de inocentes o culpables según elijas y no olvides que si no corriges tu mente seguirás buscando lo mismo, lo conocido; la culpa.