“Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas”. ¡Qué locura! Reflejo de mis ideas deben ser… Mientras repito la frase me interno en ese mundo virtual de mis ideas y dentro de él me veo perseguido, sometido y aplastado finamente por este juego ¿Cómo puede ser? Sí, yo dirijo al pederasta, al violador, al corrupto, al asesino, al kamikaze, todos están ahí por mí. Siento vértigo y una atracción profunda hacia el centro de ese torbellino caprichoso y cruel que invento. Yo mismo no lo puedo controlar, soy su víctima. ¿Cómo pude llegar a este estado? Y me cuenta:
“Ésta es la clave de la salvación: lo que ves es el reflejo de un proceso mental que comienza con una idea de lo que quiero. A partir de ahí, tu mente forja una imagen de eso que desea, lo juzga valioso y, por lo tanto, procura encontrarlo. Proyectas luego las imágenes al exterior, donde las contemplas, consideran reales y defiendes como algo propio”. -¡Ayúdame a aceptar esta verdad, sana mi mente!- “De deseos dementes nace un mundo demente, y de juicios, un mundo condenado”. -¡Ay mis deseos dementes, ay mi dolor!- “De pensamientos de perdón, en cambio, surge un mundo apacible y misericordioso para con el santo Hijo de Dios, cuyo propósito es ofrecerle un dulce hogar en el que descansar por un tiempo antes de proseguir su jornada, y donde él puede ayudar a sus hermanos a seguir adelante con él y a encontrar el camino que conduce al Cielo y a Dios”. -Ya sé la causa del dolor y la paz, se trata de elegir de nuevo-
“Padre nuestro, Tus ideas reflejan la verdad, mientras que las mías separadas de las Tuyas, tan sólo dan lugar a sueños. Déjame contemplar lo que sólo las Tuyas reflejan, pues son ellas las únicas que establecen la verdad”.
joseluis