“Este mundo dura tan sólo un instante”. Y quiero quedarme sólo con esto ¡Es tan larga la historia de quejas que cuento…! “Este mundo dura tan sólo un instante” ¿De dónde sale esta frase que tan fácilmente encuentra acomodo en mi mente a pesar de que contradice toda mi experiencia? Y me quedo ahí, escuchándola, disfrutando de su eco reverberando en mi mente, como si sólo esa fuera la verdad. Sí, es dura mi experiencia en este mundo, la muerte lo llena todo sin apenas darme cuenta, como una intrusa duerme conmigo, en mi cama. Pero esta frase me dice, ya acaba, ya acaba… ya acabó. Y corta con su seguridad la consistencia de mi huésped, pegajoso y soso que me arruina los días. “Este mundo dura tan sólo un instante”. Me lo repetiré mientras me sacudo la modorra que me atonta y acortaré los días y las horas hasta que quede eso; tan solo un instante.

Este pensamiento se puede utilizar para expresar que la muerte y el pesar es lo que le espera a todo aquel que viene aquí, pues sus alegrías desaparecen antes de que las pueda disfrutar o incluso tener a su alcance. Mas es también la idea que no permite que ninguna percepción falsa nos mantenga en su yugo, ni represente más que una nube pasajera en un firmamento eternamente despe­jado. Y es esta calma, clara, obvia y segura, lo que buscamos hoy”.

            “Hoy vamos en busca de Tu mundo santo. Pues nosotros, Tus amoro­sos Hijos, perdimos el rumbo por un momento. Mas al haber escuchado Tu Voz hemos aprendido exactamente lo que tenemos que hacer para que se nos restituya el Cielo y nuestra verdadera Identidad. Y damos gra­cias hoy de que el mundo dure tan sólo un instante. Queremos ir más allá de ese ínfimo instante y llegar a la eternidad”.

joseluis